Entrevista a Federico Rojas Lavado: la vida con Privia | REVISTA Privia | CASIO

Un compañero perfecto para un espacio especial: Privia brinda paz y equilibrio.

Durante mucho tiempo, Brooklyn ha sido reconocido a nivel mundial como uno de los principales epicentros creativos del mundo, un lugar donde nacen nuevas tendencias y los artistas prosperan. Desde la década de 1990, el vecindario ha atraído a músicos, diseñadores y creadores de todo el mundo, convirtiéndose así en un símbolo global de innovación cultural.

Uno de ellos es Federico Rojas Lavado, propietario de la tienda de discos Second Hand Records NYC, que abrió en el 2016. Federico nació en Venezuela, pero creció en Brooklyn, por lo que siente un profundo amor por la energía y el espíritu de la ciudad.

“No podría imaginar vivir en otro lugar”, nos cuenta. “Brooklyn es mi hogar. Está llena de personas creativas y una increíble energía juvenil que siempre me ha atraído”.

Sus padres también eran artistas, por lo que creció rodeado de arte y creatividad. Federico nos cuenta que esta historia hizo que abrir una tienda de discos fuera un paso natural.

“Siempre he buscado aquello que me da alegría y me hace feliz. La música me trae alegría y es una gran fuente de inspiración”.

Las paredes de la tienda están decoradas con discos de vinilo y, entre todo eso, se encuentra un piano Privia, uno de los objetos personales favoritos de Federico.

“Hay muchas cosas que me encantan del Privia, pero adoro su tamaño compacto por sobre todo, ya que cabe perfectamente en este espacio. Aprovechar al máximo los espacios pequeños es esencial aquí en Nueva York”.

La tienda tiene grandes ventanas que la convierten en un espacio luminoso y acogedor, con vegetación que agrega una sensación de calidez. Federico dice que el piano se ha convertido en una parte esencial de ese entorno.

”Muchas personas en esta región aman la música y también tocan instrumentos. Siempre me ha interesado aprender a tocar, así que recientemente comencé a practicar”.

Ubicada en medio del dinámico caos de Brooklyn, la tienda de Federico es más que solo un lugar de negocios, es su santuario.

“Por supuesto, este es mi lugar de trabajo, pero también tiene un significado más profundo, algo que no puedo expresar con palabras. Me da una sensación de calma y el Privia refleja perfectamente a eso. Este es el espacio donde más me siento en paz”.